Desde la gestación, prosiguiendo con nuestro nacimiento, nuestro estar en el mundo y hasta el último acto de nuestra vida; estamos en permanente interacción con nuestro entorno, sea este en el vientre materno o desde el comienzo de nuestro contacto directo con la sociedad humana.
En este proceso de interacción continua entre nuestro organismo y el
entorno, vamos experimentando, construyendo sensaciones, imágenes,
percepciones, emociones, sentimientos, memorias, lenguaje,
pensamientos, reflexiones, estructuras mentales, morales que de
manera dinámica y evolutiva vamos integrando en lo que denominamos nuestra
actividad mental ó psíquica; que progresivamente va constituyendo nuestra
personalidad, manera de ser, de estar en el mundo y definiendo cómo
continuamos relacionándonos con otros seres humanos, con los objetos del
mundo natural y socializado.
Asimismo, esta actividad psíquica se va asentando en estructuras, redes
funcionales, conectomas que nuestra actividad cerebral va desarrollando
progresivamente; en lo que parece ser una sinfonía interactiva con
influencia mutua que van creando arquitecturas cerebrales y psíquicas que
definen la dinámica de nuestra temperamento, carácter, procesos cognitivos
que en armonía o no con el entorno caracterizan nuestra persona y su
actividad mental o psíquica.
La actividad psíquica personal, generada en su interacción con su entorno
social o natural, tiene posibilidades de ir estableciendo progresivamente
construcciones armónicas o disarmónicas que hagan posible un mejor estado,
nivel de vida o no para la persona, personas y medio ambiente.
Cuando las relaciones persona - sociedad, persona - naturaleza, persona -
contexto histórico, afinan las características armónicas; los atributos
psíquicos de vida personal y ambiental evolucionan siendo afines con la
continuidad de la vida. Todo lo contrario sucede cuando desplegamos
atributos no armónicos, deviniendo en un estancamiento o involución
personal, social, deterioro ambiental y atrzo socio-histórico.
En esta web esbozaremos las actividades psíquicas, sus bases
neurocientíficas y otros factores importantes que nos puedan favorecer en
nuestro andar por nuestra vida pasajera aquí en la tierra y que
contribuyan a generar nuevas bases de vida considerando con prioridad
superior el bien común para quienes vienen luego.
